LA LEY ESPIRITUAL III
Marcos el Asceta (430 – Fiesta del 05 de Marzo)
76.- El que ignora la insidia de los
enemigos, es fácilmente muerto por ellos, y el que desconoce las causas de las
pasiones, cae fácilmente.
77.- La negligencia proviene del amor
por el placer y en la negligencia se origina el ocio. Dios ha donado a todos el
conocimiento de lo que les conviene.-
78.- El hombre aconseja a su prójimo como
sabe hacerlo, Dios obra en quien lo escucha, según su fe.
79.- He visto personas rústicas que
fueron humildes en su conducta. Y sin embargo, se volvieron más sabias que los
sabios.
80.- Un hombre rústico, habiendo oído
que aquellos habían sido alabados, no imitó su humildad, sino que
vanagloriándose de su rusticidad, agregó a ésta su soberbia.-
81.- El que desprecia la inteligencia y
se vanagloria de la falta de doctrina, no es tosco solamente en su palabra,
sino también en su conocimiento. (19)
82.- Una cosa es la sapiencia de la
palabra y otra cosa es la sabiduría; del mismo modo, una cosa es la rusticidad
de la palabra y otra cosa la fatuidad.
83.- La inexperiencia a hablar no
causará ningún daño al que es piadoso,
así como el humilde no se perjudicará a causa de la sapiencia de sus palabras.-
84.- No digas “No sé lo que tengo que
hacer y no soy culpable si no lo hago”. Si tu haces lo que sabes que tienes que
hacer, todo el resto te será revelado en consecuencia, como si se tratara de
habitaciones, una a continuación de la otra. No necesitas saber lo que viene
después, si antes no has puesto en marcha lo que le precede. Porque la ciencia
se hincha a causa del ocio, mientras que el amor edifica a causa de la
soportación de todo. (20)
85.- Lee a través de las obras las
palabras de las Sagradas Escrituras y no elabores discursos aburridos
hinchándote solamente con conceptos.
Vieja Estación de Ferrocarril de la ciudad de Concordia, Provincia de Entre Ríos, Argentina
Existen caminos olvidados, pero todavía estan los vestigios de los mismos, que nos llaman a retomarlos. Simbolos de sueños. Símbolos de lucha y esperanza. Nos inspiran, nos empujan a transitar un camino de recuerdo, de nostalgia, que nos produce un despertar interior para buscar el verdadero tesoro:
"No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polillas ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben porque donde esté tu tesoro, allí estará también corazón"(Mateo 6, 19-21)
86.- El que se ha abandonado la práctica
y se apoya solamente en la ciencia, tiene en sus manos un bastón de caña en lugar
de una espada con dos filos. (21)
Esto durante la guerra le perforará la mano –como dicen las Escrituras- lo
penetrará (22) y le inyectará el
veneno natural delante de los enemigos.
87.- Todo pensamiento tiene para Dios un
peso y una medida. Es ciertamente posible pensar una misma cosa, ya sea de un
modo pasional como de una manera simple.
88.- El que ha acatado un mandamiento,
que se disponga a recibir la prueba que a causa de ello le vendrá. Pues el amor
por Cristo es puesto a prueba mediante las adversidades.
89.- Nos seas nunca despreciativo,
descuidando el curso de tus pensamientos. Porque Dios no pasa por encima de
ningún pensamiento.
90.- Cuando ves un pensamiento que te habla de la
gloria humana, debes saber con certeza que te depara vergüenza.
91.- El enemigo conoce la justicia de la ley
espiritual y busca solamente el consenso de la mente. Así, o bien someterá a
las fatigas de la penitencia a quien tiene en su poder, o bien, si éste no hace
penitencia, le impondrá sufrimientos forzados. A veces, induce a rebelarse
contra las calamidades de tal forma, que le multiplica los dolores, y en el
momento de la muerte lo muestra como infiel a causa de su capacidad de
soportación.
92.- Muchos se han opuesto a los eventos de tantos
modos; pero sin la oración y la penitencia, nadie ha podido huir de la
desgracia.
93.- Los males se apoyan uno al otro. Del mismo
modo, los bienes se incrementan mutuamente y empujan a quienes los poseen hacia
cuanto de bueno hay más adelante.
94.- El Diablo nos induce a no llevar la cuenta de
los pequeños pecados; en efecto, no tiene otro modo para llevarnos a males
mayores.
95.- Las alabanzas de los hombres son la raíz de la
turbia concupiscencia, mientras que el reproche del mal es la raíz de la
sabiduría; no solamente cuando se lo escucha, sino cuando se lo acepta.
96.- Nada gana el que renuncia al mundo y luego
permanece apegado a los placeres. Lo que antes hacía mediante las riquezas, lo
hace ahora, sin poseer nada.
97.- Del mismo modo, el que se contiene pero posee
riquezas, es espiritualmente hermano del precedente; es hijo de una misma madre
con motivo del placer espiritual pero de un padre distinto, debido al cambio de
pasiones.
98.- Existe el que cercena una pasión para seguir
una voluptuosidad más grande; y es loado por el que ignora su motivo. Y quizás
ni siquiera él se da cuenta de que hace cosas de las que no obtiene ningún
provecho.
99.- Causas de todo mal son la vanagloria
y la voluptuosidad: el que no las odia, no elimina la pasión.
100.- Se dice que la raíz de todos los males es la
pasión por el dinero, (23) pero es
claro que ésta se forma con las dos causas precedentes.
101.- El intelecto es enceguecido por estas tres
pasiones: la avaricia, la vanagloria, el placer.
102.- Éstas son, según las Escrituras, tres hijas de
la sanguijuela, amadas con un amor muy grande por la madre fatuidad (24).
103.- Conocimiento y fe, las compañeras de nuestra naturaleza,
no han sido ofuscadas por otra cosa que por aquellas.
104.- Furor e ira, guerras y homicidios, y toda la
serie de otros males, han prevalecido terriblemente entre los hombres por
fuerza de aquellas.
105.- Debemos rechazar el amor por el dinero, odiar
la vanagloria y la voluptuosidad; son las madres de los males y madrastras de
las virtudes.
Estación de Puerto Yeruá - Departamento de Concordia - Provincia de Entre Ríos - Argentina
106.- Con motivo de éstas nos ha sido ordenado no
amar el mundo y lo que está en el mundo (25).
No para que odiemos sin discernimiento, a las criaturas de Dios, sino para que
eliminemos las causas de aquellas tres pasiones.
107.- Se ha dicho que ninguno, embarcado en el servicio militar, se inmiscuye en los negocios
de la vida civil (26). El que,
efectivamente, quiere vencer las pasiones sin vencer estos tropiezos, es como
aquel que trata de apagar un incendio con una paja.
108.- El que se irrita con el prójimo por motivos de
dinero, gloria o voluptuosidad, no ha entendido aún que Dios gobierna a las
cosas con justicia.
109.- Cuando escuchas al señor que dice: Si alguno
no renuncia a todo lo que posee no es digno de mí, (27) no debes entender esto
como referido solamente a las riquezas, sino también a todas las acciones
viciosas.
110.- El que no conoce la verdad, no puede tampoco
creer en verdad. En efecto, según el orden natural, el conocimiento precede a
la fe.
111.- Así como a cada una de las cosas visibles Dios
ha asignado lo que le es inherente por naturaleza, así también lo ha hecho con
los pensamientos de los hombres, lo queramos o no.
112.- Si
alguno, pecando manifiestamente y no haciendo penitencia, no ha padecido nada
hasta el día de su muerte, puedes creer que su juicio será sin piedad.
113.- El que reza sabiamente, soporta lo que le
sucede; el que guarda rencor, no ha rezado aún con pureza.
114.- Si recibes un daño o un ultraje, o eres
perseguido por alguien, no pienses en el presente, sino que debes esperar lo
que vendrá. Y te darás cuenta de que todo ha sido para ti motivo de muchos
bienes, no sólo en el presente siglo, sino también en el futuro.
115.- Así como a los inapetentes hace bien el amargo
ajenjo, así a los que tienen mal carácter conviene padecer males. Estas
medicinas mejoran la salud de los unos y
convierten a los otros.
116.- Si no quieres padecer males, no debes tampoco querer
hacerlo, porque infaliblemente una cosa sigue a la otra. Porque lo que cada uno
siembra, también lo cosechará (28)
117.- Cuando sembramos voluntariamente el mal y
contra nuestra voluntad lo cosechamos, debemos admirar la justicia de Dios.-
118.- Puesto que existe un determinado
lapso entre la siembre y la cosecha, debido a esto, dudamos de la retribución.-
119.- Si has pecado, no acuses a la
acción sino al pensamiento, porque si el intelecto no se hubiera adelantado, el
cuerpo no lo hubiera seguido.-
120.- Actúa peor el que ocasiona el mal a
escondidas que aquellos que lo ejercitan abiertamente. Por esto, el primero
será castigado más severamente.
121.- El que urde engaños y ocasiona el
mal a escondidas, es, según las Escrituras, una serpiente achatada en el
camino, que muerde el talón de los caballos. (29)
122.- El que alaba por algunas cosas al
prójimo y al mismo tiempo le reprocha otras, está dominado por la vanagloria y
la envidia. Alabándolo, trata de esconder la envidia y reprochándolo se presenta
como una persona más honorable que el otro.
123.- Como no es posible que convivan
ovejas y lobos, (30) también es
imposible obtener la misericordia engañando al prójimo.
124.- El que mezcla con el precepto su
propia voluntad, es un adúltero, tal como fuera revelado por la Escritura, y,
faltándole sentido común, está expuesto a dolores y deshonor. (31)
125.- Así como el agua y el fuego no pueden estar
juntos, así se oponen la humildad y la necesidad de justificarse.-
126.- El que busca la remisión de sus pecados, ama
la humildad. El que condena al otro, pone un sello sobre sus propios males.
127.- No permitas que permanezca en ti ningún pecado
no borrado, aunque fuera muy pequeño, para que a continuación no te arrastre
hacia ningún mal peor.
128.- Si quieres salvarte, ama la palabra sincera.
No rechaces nunca un reproche sin haberlo considerado.
129.- La palabra de la verdad ha transformado una
estirpe de víboras y les ha enseñado a huir de la ira que viene (32).
Testigos del pasado - Puerto Yeruá - Provincia de Entre Ríos - Rep. Argentina.-
La Luz asoma acariciando la vieja casona. Miremos con los ojos del corazón.
"El ojo es la lámpara del cuerpo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará iluminado" (Mateo 6, 22)
130.- El que recibe palabras de la verdad, recibe al
Verbo de Dios (la Palabra). En efecto, se dice: El que os recibe, me recibe a mí. (33)
131.- El pecador es como aquel paralítico bajado
desde el techo, quien, reprochado por unos creyentes en Dios, recibe el perdón
por intermedio de su fe. (34)
132.- Es preferible rezar pía e intensamente por el
prójimo antes que reprocharle cada pecado cometido.
133.- El que con rectitud hace penitencia, es objeto
de mofa por los tontos. Pero esto es para él un signo de la aprobación de Dios.
134.- Los atletas se privan
de todo (35) y no cesarán de hacerlo hasta que
Dios no haya destruido la descendencia de Babilonia.
135.- Se calcula que son doce las pasiones
deshonrosas: si te hubieses apegado a una de ellas con tu voluntad, sólo esa
ocupará el lugar vacío que dejaron las otras once.
136.- El pecado es un fuego que arde. Cuanto más
lejos dejes el combustible, más rápidamente ese fuego se irá apagando.
Análogamente, cuanto más combustible agregues, tanto más se difundirá.
137.- Si te has agrandado debido a las alabanzas, te
llegará el deshonor. Porque se ha dicho: El que se ensalce será humillado. (37)
138.- Cuando hayamos rechazado toda malicia
voluntaria de nuestra mente, deberemos combatir contra las pasiones
preconcebidas.
139.- Tal preconcepción consiste en el recuerdo
involuntario de los males pasados: (38) al
que lucha le es impedido alcanzar la pasión: en el vencedor esto es rechazado
cuando todo se encuentra aún en estado de estímulo.
140.- El estímulo es el movimiento sin imágenes del
corazón. Tal como si fuera un lugar fortificado en un pasaje excavado en la
montaña, es tomado en acecho antes por aquellos que tienen experiencia que por
los enemigos.
Atardecer en la costa del Río Uruguay en Puerto Yerua - Prov. de Entre Ríos - ARGENTINA
"El hombre esta vinculado por su propio cuerpo con toda la carne del mundo, y este vínculo es tan estrecho que los destinos del hombre y los de la entera creación sin inseparables" (Pavel Floresnski - La Columna y el Fundamento de la Verdad)
NOTAS:
(19) Cf. 2 Co 11, 6
(20) 1 Co 8, 1; 13, 7
(21) Cf. Hb 4, 12
(22) Cf. 2 R 18,
21.
(23) Cf. 1 Tm 6,10.
(24) Cf. Pr. 30, 15
(25) Cf. 1 Jn 2, 15.
(26) 2 Tm 2, 4
(27) Cf. Lc 14, 33.
(28) Ga 6, 7.
(29) Cf. Gn 49, 17.
(30) Cf. Si 13, 17.
(31) Cf. Pr 6, 32 y ss.
(32) Cf. Mt 3,7.
(33) Mt 10,40.
(34) Cf. Mt 9,2 y par.
(35) 1 Co 9,25.
(36) Cf. Is 14,22 y ss. Y Jr. 17,16.
(37) Lc 14,11.
(38) El recuerdo de los males pasados surge del
estado de predisposición a una determinada pasión en la que un alma puede
encontrarse cuando, debido a repetidos actos de pecado, tal pasión la había
poseído precedentemente. Este recuerdo involuntario muestra cómo el alma,
aunque no explicite en actos la pasión, no está libre de ella.
Proto Monasterio Rural Pavel Florenski
Provincia de Entre Rios - República Argentina
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero
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