POESIA Y FILOCALÍA IX
Este escrito esta dedicado a Mons. FRANCISCO, Franc Primozic, un
conocedor de los campos de la Provincia de Buenos Aires, por los cuales
ha transitado a lo largo de su vida. Esta experiencia del viaje al
corazón de la provincia, es un encuentro con aquellos que nos han
precedido, y en el silencio que envuelve estos lugares, se encuentra en
la oración a Cristo, nuestra paz, nuestra realización espiritual.
En la estancia La Micaela se construyó una iglesia, por orden de doña Micaela Urbistondo de Aristizábal - Hoy abandonada
CAPILLA BLANCA
(1921)
"Debajo de unos pinos
y sobre una barranca,
halagada de frondas,
adormecida de aguas,
hay una capillita
pequeña y solitaria,
con una puerta estrecha,
su cruz y su campana.
A su sombra tirado
sobre la verde grama
vengo a soñar a veces
la tarde y la mañana.
Y mientras brilla el sol
en sus paredes blancas
y en la penumbra duermen
sus santos y sus santas,
mis ojos se recrean
en ver ranchos y casas,
ondas, pájaros, flores,
quintas, chacras, estancias.
Iglesia de la Estacia La Micaela - Pueblo de Vivoratá, Provincia de Buenos Aires, Argentina
Iglesia de la Estacia La Micaela - Pueblo de Vivoratá, fundado en 1886, Partido de Mar Chiquita, Provincia de Buenos Aires, Argentina
Y digo: es dulce el pueblo,
su vida simple y clara,
honrado todo hombre,
toda mujer sin mancha.
Quise ayer curiosear
por la abierta ventana,
asi que estuve cerca
de sus paredes cándidas.
Todo dibujo torpe,
toda fea palabra,
toda calumnia sucia,
toda mentira baja;
en castellano recio,
en otras lenguas varias,
en alas de los versos,
en prosa lapidaria;
con lápiz, con carbón,
con piedra, con navaja,
bien hondo, a la ligera,
con placer y con rabia,
allí tenían asiento...
En mi capilla blanca!
Baldomero Fernández
Moreno
Obra Poética (Antología)- Ed. Huemul S.A. Buenos
Aires 1969. Pág. 123
Interior de la Iglesia en la Estancia La Micaela
Interior de la Iglesia en la Estancia La Micaela
FILOCALIA
Esperando las lágrimas
“A la salida del sol, después de haber
solicitado la ayuda del Señor Jesucristo, soberanamente bueno y poderoso,
siéntate en tu escabel, en una celda tranquila y oscura, reúne tu espíritu
apartándolo de su habitual distracción y de su vagabundeo; impúlsalo entonces
lentamente hacia tu corazón al mismo tiempo que tu soplo y lígate a la oración:
“Señor Jesucristo, Hijo de Dios, tened
piedad de mi!”. Me explico: paralelamente al soplo, introduce, por así decirlo, las palabras de la oración
según el consejo de Hesiquio: “A tu
respiración une la sobriedad, el nombre de Jesús y la meditación sobre la
muerte. Pues ambos son preciosos: oración y pensamiento en el Juicio..”.
Campo Santo olvidado por los campos de la Provincia de Buenos Aires
Una via abandonada en el pueblo de Daireaux, Prov. de Buenos Aires
Si las lágrimas no llegan, permanece
sentado, atento a estos pensamiento, así como a la oración, durante
aproximadamente una hora. Luego levántate, salmodia atentamente el pequeño apodeipnon (completas); siéntate
nuevamente, aplícate a la oración con todas tus fuerzas, puramente y sin
distracción, es decir sin preocupación, pensamiento ni imaginación, con total
vigilancia durante media hora, en obediencia al que dijo: “Fuera de la respiración y del alimento, deja fuera todas las coas
durante la oración si quiere ser uno con tu espíritu”. Santíguate entonces,
siéntete sobre tu lecho, piensa en los últimos fines … pide perdón por fervor …
escucha, sin dejar la oración, dócil al consejo: “Que el recuerdo de Jesús comparta tu sueño” (San Juan Climaco).-
A tu despertar, da gracias a Dios
y, sentado, llámale en tu ayuda y vuelve a la obra esencial, a la oración pura
y sin distracción, la oración del corazón durante una hora. Es el momento en
que el espíritu está, a menudo, tranquilo y calmo. Nos ha sido prescrito
inmolar a Dios primicias, es decir, elevar directamente nuestro primer
pensamiento hacia Jesucristo mediante la oración del corazón … Luego tu dirás
el mésonyktichon (maitines) con toda
la aplicación y atención posibles. Enseguida te sentarás de nuevo y orarás con
tu corazón con toda pureza y sin distracción, como te he mostrado, durante una
hora. Más aún si el Dispensador de todo bien te lo acuerda.
Sabe, hermano mío, que todos los
métodos, reglas y ejercicios no tienen otro origen ni razón que nuestra
impotencia para orar en nuestro corazón con pureza y sin distracción (….)
Calisto e Ignacio Xantopoulos
(Fin del siglo XIV)
Mons. FRANCISCO, Franc Primozic, viajando por las rutas de la Provincia de Buenos Aires en su vieja camioneta
Vladyka FRANCISCO, Franc Primozic, Archieparca de San Vicente, Hermano Mayor de la Hermandad de los Nazareos
PROTO MONASTERIO RURAL PAVEL FLORENSKI
Provincia de Entre Ríos - Archieparquia de la República Argentina
IGLESIA ORTODOXA BIELORRUSA ESLAVA EN EL EXTRANJERO
American Orthodox Catholic Church