FUEGO Y AGUA
El amor es como el fuego, que sino se comunica se apaga (Giovanni Papini)
El atardecer comienza a hacerse presente. Las sombras avanzan empujando la luz. Un chingolito, con sus alas de ceniza y tierra, da sus últimos gorjeos y se acurruca en su nido. El concierto de ranas comienza a acompañar a aquellos que rodeamos el fuego, quien mantiene nuestros cuerpos cálidos, ahuyentando los mosquitos que se niegan a dejar nuestra companía.
Nuestras miradas se centran en el fuego. Las chispas saltan cada vez que una rama gruesa rueda hacia un costado, habiendo cumplido su misión de avivar la llama.
Hoy, el fuego esta vivo, mañana sabremos que sólo quedará la paz de las cenizas.
Fuego y agua.
Nuestra fogata y el Río Uruguay.
Ninguno puede ser domado por el hombre. La pregunta es, si el Hombre quiere ser domado por Aquel que brindo todo su amor, por su creatura mas amada?.
Desea ser libre? Desea alcanzar la verdad por si mismo?. Ir por la vida sin los consejos del Padre. Todos sabemos en que termina ello, todos sabemos en que terminó esto.
Los antiguos sabios del Libro nos han dicho: "el fuego del altar no debe apagarse nunca, siempre deberá estar encendido" (Levitico 6:13). Y, nosotros mirando un hermoso fuego, cuyas chispas y humo se elevaban con nuestros pensamientos y oraciones, pero sabiendo que mañana serían solo cenizas.
De esta manera, la naturaleza nos mostraba una realidad en la cual caería el hombre si buscaba su destino entre la ceguera del ego y el sendero cubierto de tinieblas y afilados espinillos, nuestra vida terminaría en las cenizas en su "segunda muerte".
Pero Dios, Uno y Trino, esa "inmensa circulación de amor por la que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se donan mutuamente desde la eternidad" (P. Lasanta), nos brindo EL fuego que no quema, que mantiene caliente nuestro corazón por toda la eternidad, y sin necesidad de utilizar ramas, sino nuestro AMOR incondicional, nuestra ciega OBEDIENCIA, y nuestra DISPOSICIÓN a servir.
Y la Santa Biblia nos rebela sus palabras mientras las tinieblas infructuosamente intenta sin exito extinguir la luz de los que ahi rodeabamos la fogata.
"Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo" (Romanos 8:9)
El sol va camino a
su morada a descansar. La tardecita va haciendose presente. Es hora de
ir preparando el fuego. Que las tinieblas no nos sorprendan.
Xristos Anesti!
Vladyka TEOFANO, Juan Manuel Garayalde
Proto-Monasterior Rural Pavel Florenski
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero