POESÍA Y FILOCALIA XII
DOMINGO DE AGUA
Letra: Osiris Rodríguez Castillos
Recomendada
la versión musical de Jorge Cafrune
Vamos
a arrimarle al fueguito
dos
o tres astillas mas
mientras
no escampe la lluvia
pa´
que me voy a incomodar
Oigalé
al domingo de agua
buen
domingo pa´ un mensual
sin
caballo pa´ la senda
ni
prienda que visitar
Diga
que soy mas o menos
buenon
pa´ cimarronear
y
ande ensille el amargo
la
tarde al tranco se va
La
gente anda domingueando
peón,
casero y capataz
y
yo quedé con los perros
chiflando
pa´ no pensar
Si
escampa y abre la tarde
capaz
que dentro a zoncear
capaz
que ensillo y me largo
medio
sin rumbo por ahí
total
si vaya ande vaya
el
triste nunca alla paz
conque
mas vale que llueva
me
gusta oír garugar.
FILOCALIA
El verdadero monje es
una mirada inmóvil del alma y un sentido
corporal inquebrantable … el monje es una luz que no se extingue a los ojos del
corazón.
La soledad del cuerpo es
la ciencia y la paz, de la conducta y de los sentidos; la soledad del alma, la
ciencia de los pensamientos y un espíritu inviolable. El amigo de la soledad es
un espíritu animoso e inflexible, centinela sin sueño ante la puerta del
corazón para derribar y matar a los que se aproximan. Aquél que practica esta
soledad en lo profundo de su corazón comprende lo que yo digo: aquél que está
todavía en la primera infancia no la ha gustado y no la comprende. El que sabe
no tiene necesidad de palabras; está iluminado por la ciencia de las obras.
El hesicasta es aquél
que aspira a circunscribir lo incorporal en una morada de carne. Como el gato
espía al ratón así el espíritu del hesicasta acecha al ratón invisible. No
desdeñeís mi comparación pues así mostraréis que no conocéis todavía la
soledad. El caso del cenobita no es el del monje solitario. El monje necesita
una gran vigilancia y un espíritu libre de agitación. El cenobita tiene a
menudo el apoyo de un hermano, el monje el de un ángel. Las potencias
espirituales permanecen con los verdaderos solitarios y se asocian al culto que
ellos rinden a Dios.
San Juan Climaco (580-650)
Don Jorge Cafrune (1937-1978), realiza una versión de la pieza musical "Domingo de Agua" que provoca en el oyente, en un comienzo, una gran nostalgia tornándose con posterioridad en una sensación de enorme belleza.
SOLEDAD QUE ….
El
paso previo y tan temible: encontrar nuestra soledad.
En
ella descubrimos el ensordecedor ruido interior, aquel que nos aleja de la hesiquia.
En
esa feroz guerra interior, la mente anhela encontrar la paz, y solo cuando el torbellino
de preocupaciones estériles callan, sólo permanecerá el rítmico sonido de
nuestra respiración; y si agudizamos aún más nuestro oído, los latidos del
corazón se harán sentir.
En
un domingo de agua, contemplando el horizonte, “chiflando pa´ no pensar”,
podemos encontrar el camino. Nuestros oídos solo escucharán la música del agua
que arrulla rítmicamente los techos, para luego colarse por viejas canaletas, fundiéndose
al final en el sueño húmedo y
agradecido.
Un
mate brindará calor dentro de nuestro cuerpo. Una caricia sobre ese perro a
nuestros pies, mostrará nuestro aprecio a la fidelidad. Y el corazón se llena
de paz, y su sonido empieza a silenciar lo demás.
Todo
es belleza, y eso me acerca a la hesiquia,
donde nos está Cristo esperando.
Vladyka Teofano, Juan Manuel Garayalde
Archieparquia de la República
Argentina
El Río Uruguay, transmitiendo su quietud aparente -
Costanera de la ciudad de Concordia (Entre Ríos) - Foto Héctor F. Gallardo.
Proto Monasterio
Rural Pavel Florenski
Iglesia Ortodoxa
Bielorrusa Eslava en el Extranjero